lunes, 23 de mayo de 2011

El dia después: como robar una farola y que te pillen. Tertulia con Da Dilva.

Les doy por enterados de los resultados de las elecciones en Xàtiva y del partido que hizo el Olímpic ante el Malagueño. He disfrutado con la campaña electoral y disfruté con el Olímpic ayer.


No voy a hacerlo largo hoy. El día después siempre tienes un bajón. No hay que hacerle caso. Pasadas algunas horas más, poco a poco, vas poniendo cada cosa en su sitio. Lo van a hacer los políticos, porque, aún ganando, hay maneras de ganar como las hay de perder. Y respecto al Olímpic voy a intentar concienciarme durante esta semana de que allí quedamos 0-0 ó 1-0 en contra. Me han insistido en que elimine cualquier indicio de euforia y voy a hacerles caso. El partido se jugará el domingo a las seis de la tarde.


Me han llamado la atención dos citas para hoy. No sé si se habrá hablado o no de los asuntos del orden del día o si se habrá hecho ya un primer balance de los resultados. Para esta mañana se ha convocado junta de gobierno local. En el orden del día una nueva aprobación de facturas, la aprobación de las bases para contratar la edición del libro de feria, que con elecciones o no siempre se celebra del 15 al 20 de agosto, y una donación de libros de la biblioteca del IES Josep de Ribera al Archivo Municipal. Se ha incluido también el contrato menor para diversos trabajos en el colegio Pla de la Mezquita. Y la otra nota que me ha llamado la atención, por lo que tiene de descaro, falta de reparos y porque me estoy imaginando la escena, es una actuación de la Guardia Civil realizada durante el día de ayer. Se detuvo en Sellent a tres invididuos que habían sustraído 6 farolas del municipio, que cortaron con radiales y habían cargado en un camión. Sin problemas...
Acabamos de terminar la tertulia con Da Silva. Un caballero de fútbol, además un caballero muy hábil con sus armas. Os lo dejo.





PD Alguien a quien aprecio me ha regalado una gorra del Espanyol. No he tenido opotunidad aún de agradecérselo. Me cabe bien la cabeza en ella (y no es fácil). Me la llevaré al próximo partido de promoción para que no me pase lo que le pasó en Málaga. Soy un tomate maduro con patas.

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