domingo, 24 de octubre de 2010

Cabalgata, fútbol y desahogo personal

De nuevo escribo por la mañana porque anoche llegué tarde. Estuve viendo la cabalgata del Ninot. Cosas positivas: se agradece la puntualidad. Empezó a las ocho y media de la tarde, en punto. El paso de las comisiones, digno, fue bastante fluido y entretenido (la suelo ver desde el primer tramo de la Avenida de Selgas). Curas, monjas, caballeros, vaqueros, "pilones", coches, Raimon y Feliu Ventura enjaulados, los Hermanos Marx, indios... Me gustó. La pena es que con la llegada, supongo, de las comisiones "grandes" al Real se ralentizó, hasta tal punto que pasadas las diez y media de la noche una comisión estuvo parada más de 20 minutos sin avanzar un metro. Más de dos horas y media de pie y con niña empiezan a cansarte. Decidimos acercarnos a ver a las últimas comisiones. Espectaculares. La pena es que eran las once y aquello no mejoraba, así que decidimos, con pesar, regresar a casa. Más pesar nos entró al comprobar que no eramos los únicos. Se volvió a cumplir: las mejores desfilan casi solas. Una pena, pero con todo, enhorabuena.

El otro orden de cosas hubo partidos de tercera y la Nucia empató a cero (buen resultado para el Olímpic) y tanto Benigànim como Llosa empataron en casa. Y en lo personal, en tenis de mesa, ayer el Imagina (el de segunda autonómica) perdió 5-1 ante el Alzira C, un equipo con jóvenes jugadores, bien enseñados, y que no tienen miedo a nada.

Este tramo del texto es personal y como desahogo así que que no lo quereis leer no os perdéis nada. Me ganó un chaval de...no sé...trece o catorce años, da igual. Primero sudé la gota gorda para ganar a su compañero, lo hice por 3-2 y utilizando todo lo que sabía. el chaval se mereció ganar. En el segundo partido me pise 2-0 a mi favor y llegué al 10-9 y con mi saque.el rival pidió tiempo muerto.Viendo al cabalgata del Ninot vi la luz (si alguien me vió pensó, seguro que estaba loco). Me equivoqué. No estuve listo. Repetí jugada tal vez, pienso, no dándole la importancia que hubiera debido a la consigna dada al rival. Repetí jugada y me cazó. Se empató, se llevó el juego y los otros dos (con parciales muy ajustados pero se los llevó). ¡¡¡Burro!!! El partido no acabó en el pabellón. En la cabalgata, tres horas después, me vino el saque que no me había venido a la mente en el partido: de reves, cortado, largo, al centro de la mesa.Hubiera sido la primera vez en toda la tarde que hubiera hecho ese saque y tal vez la sorpresa me hubiera ayudado a ganar el punto final. Digo tal vez porque a lo mejor el chaval se gira bien, me mete una osti.. y se lleva igual el punto.
Tras el partido me sentí mal y bien. Mal por haber perdido. Acabé extenuado, fueron en total diez partidas, en al cueva, todas ellas siempre igualadas y con la presión de saber que vienen a ganarte a tí, que ellos tienen mucho que ganar y poco que perder, y tú, perder, no tanto ,qué llevamos muchos en ésto, aunque pierdes confianza, estima propia y crédito ante tus compañeros y también un montón de puntos en el ranking.
Pero, cuando acabé, hablando con los compañeros les dije que el tenis de mesa es el mejor deporte del mundo. Es físico pero también, mental. Tienes que moverte bien pero tienes que pensar siempre la mejor opción en cada golpe. De eso depende muchas veves que ganes los puntos. Ya dije que me ha sorprendido la segunda autonómica, la menosprecié. Hay mucho tenis de mesa en Valencia y ahora miro la liga de otra forma. Me ganarán más partidos pero ayer volví a ser jugador, a competir, y me encanta. Hoy me duele todo así que toca entrenar más y comer menos. El domingo que viene nos vamos a Alcoi y hoy toca el de primera nacional. Voy a ser objeto de escarnio público tras mi derrota de ayer. Así son las cosas: toca aguantar.



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