Día de Navidad. Como corresponde, y mientras se pueda, se ha cumplido con tradición y tópicos. Visita a la Feria (para inspeccionar el terreno) y visita al belén. Comida familiar, las nuevas generaciones adquieren más protagonismo. Comes más de lo que toca y empiezas a plantearte planes para "después de fiestas". Se habla de casi todo. Larga, larga sobremesa. Estrenas y huevos kinder. Bastante frío. Visita a la Feria. La mayor ya va a su rollo. La peque estrena un clásico, los coches de choque, acompañando a la prima. Luego autobús y toritos. Saludos a unos y a otros. Ves caras habituales y otras no tanto. Conversas de política, de las elecciones, de candidatos, de deporte, de música... El pijama me espera a mi lado. Noche de sábado en casa mientras la mayor lleva casi media hora arreglándose en el cuarto de aseo. Ha cumplido con la tradición familiar y ahora toca cenar con su pandilla.
A mí me espera el sofá y, casi al instante, quedarme "frito".
No es un día de Navidad extraordinario, ni excitante, ni imaginativo. Es mi día de Navidad, y me gusta. Buenas noches.
A mí me espera el sofá y, casi al instante, quedarme "frito".
No es un día de Navidad extraordinario, ni excitante, ni imaginativo. Es mi día de Navidad, y me gusta. Buenas noches.
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