Todavía no he visto un entrenamiento del Olímpic. Entre las vacaciones y el obligado semireposo no he tenido la oportunidad. Esta mañana he acompañado a mi hija al Campo de la Murta. En la puerta me he encontrado con Maroto y me ha comentado que el equipo estaba entrenando en ese momento (eran las nueve y media de la mañaña). He entrado y he observado. Todos trabajando a excepción de un jugador. El equipo ha ganado altura, empezando por el portero. No conozco a los nuevos pero distingo a Petu. Me dice Maroto que Nando Ramón está entrenando y que Urbano todavía no lo ha hecho. Pasan de tocar el balón con los pies a pasárselo con las manos. El equipo sin peto no retiene, no hay manera que que el otro equipo se lo quite. No fallan. Jugarían bien al baloncesto, aunque, como en el fútbol, faltaría por ver no de meter el balón en la canasta. Maroto me comenta que tras el entrene irán a la piscina y luego, por la tarde, volverán a entrenar. El sábado jugarán su primer partido en Guadassuar. Maroto ha visto mucho fútbol y me dice: "buen entrenador". Le creo. Si las primeras impresiones cuentan, entonces, jugamos la promoción. Es martes. Me quedan cuatro días de vacaciones.
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