Desde el pasado 1 de julio disfruto de mis vacaciones aunque lo de "disfrutar" no lo tengo muy claro sobre todo tras lo acontecido en la última semana. Es necesario desengancharse de la rutina de la emisora. Eso lo consigo. Escucho durante este mes otras emisoras, buscando algo interesante que pueda mejorar mi trabajo. Me "desengancho" del día a día informativo local. Me gusta hacer deporte. Desde el primer día ha salido a correr todos los días unos 35 minutos. He entrenado (mi afición es el tenis de mesa). Además me he dedicado a ordenar "mi cuarto". No es tarea fácil., He tenido que empaquetar varios centenares de libros y antes de eso, vaciar y ordenar el cuarto trastero ante la llegada de nuevos huéspedes, los libros y discos. Ahora el turno es para la habitaciòn de la pequeña de la casa que hemos querido pintar nosotros, además, porque no nos gusta lo fácil, con tres colores y cenefa. Esta mañana hemos comprado la pintura.
La última semana no ha sido buena. La familia ha estado de duelo por el fallecimiento de su patriarca, un hombre bueno, trabajador que sin embargo se ha perdido los últimos años de su vida.
Esta tarde, como cada martes, he acudido a entrenar. Segunda partida con mi amigo, mate al reves y...rotura fibrilar. Tras semanas en dique seco, sin correr, sin apenas caminar y arrastrando la pierna. Tres semanas sin entranar. No es una lesión nueva, me pasó lo mismo hace unos meses en la otra pierna, por eso sé lo que me espera. Si al menos fuera una figura, por ejemplo de fútbol, seguro que se encargarían de recuperarme en el menor tiempo posible pero como soy un aficionado, y de tenis de mesa, tendré que recurrir el reposo y encima tendré que comer menos. Uno es, bueno...obeso. El salir a correr a diario, entrenar al menos tres veces por semana, limpiar trasteros, ordenar cuartos y cierto control en aquello que como me habían hecho perder algunos kilitos. No quiero renunciar a seguir la línea descendente así que tendré que controlar aún más lo que como.
Y con pata chunga o no habrá que pintar la habitación porque hay trastos por todas las habitaciones de la casa.
Y estoy de vacaciones, aunque no lo crean o no sean, exactamente, lo que me hubiera gustado que fueran, me siento bien.
Y el Olímpic ha empezado a entrenar. Mañana quiero bajar a la Murta. Ya les contará.
La última semana no ha sido buena. La familia ha estado de duelo por el fallecimiento de su patriarca, un hombre bueno, trabajador que sin embargo se ha perdido los últimos años de su vida.
Esta tarde, como cada martes, he acudido a entrenar. Segunda partida con mi amigo, mate al reves y...rotura fibrilar. Tras semanas en dique seco, sin correr, sin apenas caminar y arrastrando la pierna. Tres semanas sin entranar. No es una lesión nueva, me pasó lo mismo hace unos meses en la otra pierna, por eso sé lo que me espera. Si al menos fuera una figura, por ejemplo de fútbol, seguro que se encargarían de recuperarme en el menor tiempo posible pero como soy un aficionado, y de tenis de mesa, tendré que recurrir el reposo y encima tendré que comer menos. Uno es, bueno...obeso. El salir a correr a diario, entrenar al menos tres veces por semana, limpiar trasteros, ordenar cuartos y cierto control en aquello que como me habían hecho perder algunos kilitos. No quiero renunciar a seguir la línea descendente así que tendré que controlar aún más lo que como.
Y con pata chunga o no habrá que pintar la habitación porque hay trastos por todas las habitaciones de la casa.
Y estoy de vacaciones, aunque no lo crean o no sean, exactamente, lo que me hubiera gustado que fueran, me siento bien.
Y el Olímpic ha empezado a entrenar. Mañana quiero bajar a la Murta. Ya les contará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario