Primer día del año. He tardado en sentarme ante el ordenador no por la resaca de anoche sino por pura vagancia. He hecho lo justo y poquito más, si siquiera he revisado correos. Espero que no sre contagie a los 364 días que quedan de este 2011 que, parece ser, tiene que pasar rápido y al que hay que sobrevivir.
Cena de nochevieja esta vez en casa, con familia, campanadas en tele 5 porque las jóvenes quieren ver a la Sara, anillo en la copa, besos, abrazos, sobremesa corta tras las uvas porque la pequeña está malita. Horas de sofá después esperando que llegue la mayor. Cuando llega, a dormir.
No hay prensa. Día raro. Visita al médico (y no he sido el único), Concierto de Año Nuevo, comer en casa, película de tarde y ahora planteando qué hacer mañana, ya con los Reyes como próxima cita y con los encargos muy retrasados.
Hoy tengo poco que contaros. Mañana más, además mañana juega mi Espanyol
Cena de nochevieja esta vez en casa, con familia, campanadas en tele 5 porque las jóvenes quieren ver a la Sara, anillo en la copa, besos, abrazos, sobremesa corta tras las uvas porque la pequeña está malita. Horas de sofá después esperando que llegue la mayor. Cuando llega, a dormir.
No hay prensa. Día raro. Visita al médico (y no he sido el único), Concierto de Año Nuevo, comer en casa, película de tarde y ahora planteando qué hacer mañana, ya con los Reyes como próxima cita y con los encargos muy retrasados.
Hoy tengo poco que contaros. Mañana más, además mañana juega mi Espanyol
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