Día de resaca para algunos. Me incluyo. No piensen que es por haber bebido. Pero, como papa, el día de las paellas toca estar pendiente del clan y anoche salí de la Murta con las últimas canciones de la Pato. Una semana de horarios trastocados y excesos alimentarios empieza a pasar factura.
Por la mañana, torneo de ping pong. Cuatro mesas, 26 participantes. Lo pusimos en marcha y Amadeo se encargó de casi todo (me toca trabajar). Hablé con Amadeo: motivos para estar contentos. Se repetirá. Emotivo fue ver jugar a Pepín Roca (un histórico del tenis de mesa local) y emotivo fue para ambos (Pla y yo) acordarnos de un ausente: Miguel Ángel Cabezón, fallecido hace unos meses, lleno de vitalidad y con su pala hace un año.
Me dice mi sobrina que le gustó lo de los juegos populares en la Glorieta.
Por la noche, atracciones para la peque y con el bocadillo, a las diez, a la plaça del Mercat para ver al Botifarra. Me tocó sentarme a la altura de la pizzeria de Pinolón. Me sorprendió compartir plaza con todas las terrazas. El Ayuntamiento puso más sillas ante la previsión de una afluencia muy alta de espectadores pro claro, supongo, tuvo que respetar también las terrazas. La espera, entre los bocadillos y los helados, no se hizo larga. LLegó a Socarrà por la calle Trobat. Subieron al escenario. Me costó oír la xirimita. Salió Toni Martínez, no entendí nada de lo que dijo. Salió la rondalla, se les oía bien, salio Pep, se le oía bien, y también a Lola.
Dos horas de concierto. Me gustó, aunque, como otros muchos, no disfruté al 100%, me quedé con el 50% porque entre la megafonía, insuficiente para tal aforo, y el ruido propio de una terraza donde se está cenando, cuando Pep no cantaba sino que hablaba (y cuenta cosas siempre muy interesantes), entonces, ni yo ni otros muchos, entendimos nada. Pero, eso sí, aplaudimos igual.
Y de ahí al Campo Murta. Muy bien la Pato. Dentro, situación controlada. Tras muchas llamadas telefónicas sin respuesta una hora después de nuestra llegada respiramos tranquilos al saludar a la mayor. Al salir, con las últimas canciones, lo de fuera de la Murta ya fue un poco más preocupante, pero no pasó de ahí. Hoy escucharé al jefe de la Policía Local.
Hoy cerramos programa especial, hoy juega el Olímpic (con la única baja de Álex Vaquero), y esta tarde pegaré una buena "becà" para esta noche estar en la clausura. Afortunadamente el calendario ha querido que mañana sea jornada festiva. El lunes empezaré a recuperar el ritmo casi normal. Buenos días.
Por la mañana, torneo de ping pong. Cuatro mesas, 26 participantes. Lo pusimos en marcha y Amadeo se encargó de casi todo (me toca trabajar). Hablé con Amadeo: motivos para estar contentos. Se repetirá. Emotivo fue ver jugar a Pepín Roca (un histórico del tenis de mesa local) y emotivo fue para ambos (Pla y yo) acordarnos de un ausente: Miguel Ángel Cabezón, fallecido hace unos meses, lleno de vitalidad y con su pala hace un año.
Me dice mi sobrina que le gustó lo de los juegos populares en la Glorieta.
Por la noche, atracciones para la peque y con el bocadillo, a las diez, a la plaça del Mercat para ver al Botifarra. Me tocó sentarme a la altura de la pizzeria de Pinolón. Me sorprendió compartir plaza con todas las terrazas. El Ayuntamiento puso más sillas ante la previsión de una afluencia muy alta de espectadores pro claro, supongo, tuvo que respetar también las terrazas. La espera, entre los bocadillos y los helados, no se hizo larga. LLegó a Socarrà por la calle Trobat. Subieron al escenario. Me costó oír la xirimita. Salió Toni Martínez, no entendí nada de lo que dijo. Salió la rondalla, se les oía bien, salio Pep, se le oía bien, y también a Lola.
Dos horas de concierto. Me gustó, aunque, como otros muchos, no disfruté al 100%, me quedé con el 50% porque entre la megafonía, insuficiente para tal aforo, y el ruido propio de una terraza donde se está cenando, cuando Pep no cantaba sino que hablaba (y cuenta cosas siempre muy interesantes), entonces, ni yo ni otros muchos, entendimos nada. Pero, eso sí, aplaudimos igual.
Y de ahí al Campo Murta. Muy bien la Pato. Dentro, situación controlada. Tras muchas llamadas telefónicas sin respuesta una hora después de nuestra llegada respiramos tranquilos al saludar a la mayor. Al salir, con las últimas canciones, lo de fuera de la Murta ya fue un poco más preocupante, pero no pasó de ahí. Hoy escucharé al jefe de la Policía Local.
Hoy cerramos programa especial, hoy juega el Olímpic (con la única baja de Álex Vaquero), y esta tarde pegaré una buena "becà" para esta noche estar en la clausura. Afortunadamente el calendario ha querido que mañana sea jornada festiva. El lunes empezaré a recuperar el ritmo casi normal. Buenos días.
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