Sábado caluroso en Xàtiva. Esta mañana, después de varias semanas sin poder hacerlo entre elecciones, partidos y otros líos, he podido ir al ensayo de la orquesta de la Vella. Están ensayando una nueva pieza. Vuelvo a emocionarme.
En mi casa ya está todo el mundo en marcha. La peque no ha querido dormir y le está leyendo un cuento al nuevo miembro de la familia, un canario rojizo qye su tío Paco le regaló anoche cuando fuimos a la inauguración de su nueva tienda. La mayor ha empezado a arreglarse, lo que suele ocuparle un par de horas y mi mujer ha dejado el sofá para ducharse. Nos vgamos esta tarde de comunión, la de mi sobrina Esther. Día grande en la familia. Me boy a poner traje y corbata, algo muy poco habitual en mí pero es lo que toca.
Anoche tras el cumple de un amigo de la peque me fui a la asamblea de la Hermandad de Cofradías de la Semana Santa Setabense. Lo más significativo: la asistencia y el cambio de presidencia (cambia cada dos años). El nuevo presidente es Lorenzo Segarra, como representante de la cofradía de Jesús de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Esperanza. En su primera intervención ante los representantes de las demás cofradías (incluida la de Cristo Resucitado y María Inmaculada que desde ayer ya es oficialmente una cofradía más de la Hermandad) habló de colaboración, del bien general y no particular, de restricciones económicas pero de nuevo actos, de una Semana Santa más social.
El Olímpic ha salido esta mañana, a las ocho, hacia Navarra; el presidente lo ha hecho tres horas después junto a directivos. Esta mañana me he encontrado a Jose Enrique. Viajará mañana en el autobús, como yo. También hoy tiene comunión, la de su hija. Hemos estado hablando de su libro. Lamento no haber podido ir pero todo no puede ser y la peque es la peque. He leído, eso sí, las crónicas de Tino Garzó y los artículos de Xavi Aliaga y de Miguel Sarrión. Tengo menos memoria que los peces pero al leerlos me han venico a la caveza muchos nombres, temporadas que he vivido y algún que otro partido que he contado. Me apetece recordar más así que cuando tengo el libro en mis manos seguiré husmeando entre sus páginas. En ese acto de la hermandad de encontré con el padre de Sergio Llopis, el jugador olímpico de bádminton, y, con orgullo, le dijo que su hijo también salía en el libro. Creo que ese nuevo trabajo tiene mucho valor pero el paso de los años, como a un buen vino, le dará más.
Me voy a poner el traje. Mañana me pondré es despertador por si acaso, y a las ocho de la mañana saldremos hacia Estella. Es curiooso, mi familia y yo hemos elegido Navarra para pasar unos días este verano. Espero no arrepentirme de ello. Hasta mañana.
En mi casa ya está todo el mundo en marcha. La peque no ha querido dormir y le está leyendo un cuento al nuevo miembro de la familia, un canario rojizo qye su tío Paco le regaló anoche cuando fuimos a la inauguración de su nueva tienda. La mayor ha empezado a arreglarse, lo que suele ocuparle un par de horas y mi mujer ha dejado el sofá para ducharse. Nos vgamos esta tarde de comunión, la de mi sobrina Esther. Día grande en la familia. Me boy a poner traje y corbata, algo muy poco habitual en mí pero es lo que toca.
Anoche tras el cumple de un amigo de la peque me fui a la asamblea de la Hermandad de Cofradías de la Semana Santa Setabense. Lo más significativo: la asistencia y el cambio de presidencia (cambia cada dos años). El nuevo presidente es Lorenzo Segarra, como representante de la cofradía de Jesús de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Esperanza. En su primera intervención ante los representantes de las demás cofradías (incluida la de Cristo Resucitado y María Inmaculada que desde ayer ya es oficialmente una cofradía más de la Hermandad) habló de colaboración, del bien general y no particular, de restricciones económicas pero de nuevo actos, de una Semana Santa más social.
El Olímpic ha salido esta mañana, a las ocho, hacia Navarra; el presidente lo ha hecho tres horas después junto a directivos. Esta mañana me he encontrado a Jose Enrique. Viajará mañana en el autobús, como yo. También hoy tiene comunión, la de su hija. Hemos estado hablando de su libro. Lamento no haber podido ir pero todo no puede ser y la peque es la peque. He leído, eso sí, las crónicas de Tino Garzó y los artículos de Xavi Aliaga y de Miguel Sarrión. Tengo menos memoria que los peces pero al leerlos me han venico a la caveza muchos nombres, temporadas que he vivido y algún que otro partido que he contado. Me apetece recordar más así que cuando tengo el libro en mis manos seguiré husmeando entre sus páginas. En ese acto de la hermandad de encontré con el padre de Sergio Llopis, el jugador olímpico de bádminton, y, con orgullo, le dijo que su hijo también salía en el libro. Creo que ese nuevo trabajo tiene mucho valor pero el paso de los años, como a un buen vino, le dará más.
Me voy a poner el traje. Mañana me pondré es despertador por si acaso, y a las ocho de la mañana saldremos hacia Estella. Es curiooso, mi familia y yo hemos elegido Navarra para pasar unos días este verano. Espero no arrepentirme de ello. Hasta mañana.
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